La localización de Jaén hacía que fuese contínuamente sobrevolada por la aviación nacional, que se encontraba en su mayoría en el sur de la península. A raíz del trágico bombardeo de 1937, llevado a cabo por la legión Cóndor alemana sobre la capital jiennense, y que causó 159 víctimas mortales, se desarolló un plan para dotar de refugios a la población. El refugio antiaéreo de la plaza de Santiago fue uno de ellos. Con capacidad para más de 1000 personas, el refugio se restauró en 2011 y se encuentra en un perfecto estado de conservación.
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